Esto sí que no me lo esperaba

La atención aquí es como de amigos de toda la vida. Pasamos dos noches en un estudio acogedor y decorado con gusto. Los desayunos son simplemente espectaculares, pan casero y mermeladas que son un verdadero manjar. Nos sentimos como en casa, ¡volveremos seguro!

Tematización de las habitaciones, ubicacion en el casco histórico, presencia de rocas vivas en las paredes del establecimiento

El acceso es complicado, ¡un esfuerzo horroroso para llegar!!! También, las terrazas podrían mejorarse con más sombra, ¡sitios para escapar del sol son esenciales!!!

definitivamente volvería

La habitación era genial, súper limpia y con un sofá para relajarse. Los desayunos eran riquísimos, con pan y mermeladas caseras, ¡deliciosos! había una terraza espectacular con vistas y los dueños eran muy simpáticos, siempre dispuestos a ayudar. Además, admiten perros, lo cual es un gran plus.

La ubicación es perfecta para explorar el casco antiguo, y el acceso a la terraza ofrece vistas espectaculares.

Me sentí muy bien recibido, no me puedo quejar.

La atención de Xavi y Miia fue excepcional, siempre disponibles para cualquier requerimiento y se notaba su esfuerzo por brindar un servicio personalizado.

El acceso al hotel es algo complicado debido a la empinada llegada, lo que puede ser desafiante para algunos viajeros.

Las habitaciones están cuidatísimamente decoradas, con un ambiente encantador y un estilo mediterráneo que te envuelve. El desayuno es un festín, con pan recién horneado y mermeladas caseras que son más que un manjar.

El acceso en coche es un dolor de cabeza, especialmente para descargar el equipaje, así que prepárate para subir a pie. El wifi en la habitación no tiene la mejor señal, y si planeas pasar más tiempo fuera que dentro, esto puede no ser muy molesto, pero es un inconveniente si necesitas conexión constante.

Ubicación única y comida deliciosa.

qué decepción este hotel, el wifi apenas funcionaba y ni siquiera tenía vistas apropiadas. pensé que, por ser un huésped especial, me ofrecerían una habitación con mejores vistas, pero no fue así. y ni hablar de las escaleras, ¡una tortura cargar ahí las maletas! casi escribo una buena reseña, pero no pude.

Pareja recomendada para una escapada

Nos quedamos dos noches y desde que llegamos, Mía y Xavi nos hicieron sentir como en casa. Los desayunos son espectaculares, te sirven pan y mermeladas caseras que son un verdadero manjar, ¡la combinación perfecta para empezar el día!

No fue barato, pero era aceptable.

La ubicación es inmejorable, permitiendo exploraciones rápidas por el casco antiguo. La hospitalidad de los propietarios me hizo sentir como en casa, y los detalles en la habitación, como la gran variedad de productos de higiene y las toallas de calidad, destacan mucho. Sin embargo, el acceso puede ser incómodo debido a las escaleras y falta de ascensor. Otra desventaja fue la escasez de sombra en las terrazas, lo que resulta crucial con el sol fuerte. Aún así, disfruté de los deliciosos desayunos caseros, especialmente del pan recién horneado y las mermeladas.

la atención de míia y xavier es excepcional, siempre pendientes de que estés a gusto. el desayuno es un festín con pan casero y café deliciosamente preparado. además, tendrás acceso a una terraza maravillosa para relajarte.

las escaleras son empinadas 😅.

la ubicación es complicada, pero nos encantaron los desayunos caseros, siempre frescos y elaborados con cariño! además, el trato de los anfitriones es increíble, te hacen sentir como en casa. las habitaciones están decoradas con mucho gusto y son muy cómodas. 🥐☕

Estancia de lujo, habitación fresca y cómoda. Desayunos sabrosos con pan recién horneado. Atención de los dueños, siempre pilas y dispuestos a ayudar. Ubicación perfecta para explorar el casco antiguo, aunque hay unas escaleritas que aflojan. Experiencia familiar y acogedora, ¡recomendado!

la atención fue excepcional, pero subir las maletas por las escaleras fue un lío.